Después de pasar por la indelicada
autopsia
Del legista. Y del hombre
que baña el muerto,
Reposo en el cajón de la
heladera de la morgue.
Estúpido, morí de un amor
inútil.
Depositado aquí en este frío
inoxidable y estéril
Pienso en como vine parar en
este lugar
Aún gobernado por tuyos fantasmas
de amor.
¿Cómo puede un muerto ser
asombrado por un vivo?
No me diste siquiera la
dignidad de morir en paz.
En este cajón oscuro no hay
estrellas, ni calor,
Solamente mi corazón insistí
a latir, acostumbrado
A vivir por usted, estúpido
romántico mismo después de muerto.
En breve saldré de aquí, mi amor,
y seguiré a cama postrera,
Se posible fuera, venga
verme en las últimas horas de espera
Trajéame una rosa roja,
último recuerdo tuyo, que levaré a sepultura.
Dejado la morgue no hay más
camino de regreso para las lágrimas.
Seguiré en cortejo sin
dirección al pasado de nuestras primaveras.
La rosa será el sol en la
sepultura profunda; el encanto final de mis ojos ciegos.
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